La oración (El Salat)
La oración en el Islam es la conexión directa entre Dios y el creyente. No existen intermediarios entre Dios y el creyente. En la oración, la persona siente una paz interior, felicidad, que se reconforta, y que Dios está complacido con ella o él
La oración es el segundo pilar del islam, el más importante después de Shahada. El Islam no le ha dado esta cualidad ni hecho el pilar de la religión ni su grado supremo, sino a causa de su excelso lugar, su majestuosa consideración y su gran importancia acerca de Dios y el hombre. Dios ha hecho de la oración el camino de la victoria, la prosperidad, la felicidad y el éxito, en la vida presente y en la futura. Adorna al individuo y le embellece con las virtudes más sublimes, como la sinceridad, el sentirse satisfecho con lo que Dios le da, la lealtad, la longanimidad, la modestia, la justicia, y la benevolencia.
Eleva al orante y le dirige exclusivamente hacia Dios. Refuerza así su sentimiento de que Dios le está observando, y por su temor ante El hace que se eleven sus aspiraciones y purifique su espíritu. Se aleja de la mentira, la traición, el mal, la perfidia, la cólera y la prepotencia y se eleva por encima de la injusticia, la agresividad, la vileza, la prevaricación y la desobediencia.
“Recita lo que te ha sido revelado del Libro, y cumple la Oración. En verdad, la Oración preserva a la persona de la obscenidad y del mal manifiesto, y el recuerdo de Al-lah es en verdad la mayor virtud”. (Coran: 29:46)
En la oración se manifiesta la justicia y la igualdad. Cuando el almuédano llama "Venid a la oración, venid a la prosperidad", esta llamada está dirigida a quienes, entre cuantos le escuchan, deben escuchar la oración. Entre ellos se encuentra el rico y el pobre, el grande y el pequeño, el príncipe y el simple ciudadano.
Una vez reunidos se disponen de pie, con el mismo rango, sin distinción ni discriminación, pues todos son siervos de Dios que se han reunido en un mismo suelo para evocar a Dios humildemente recogidos delante de El, en una de las casas de Dios. Se mantienen de pie detrás de un solo Imam orientado hacia la dirección de la Kaaba.
Adoran a un solo Señor, que no tiene asociado alguno, humildemente recogidos y sumisos, temiendo el tormento de Dios y esperanzas en su Misericordia. Sin duda alguna, descienden sobre ellos las gracias desbordantes de su Señor y son envueltos por las misericordias divinas. Este es el primer culto impuesto de Dios. Fue prescrito durante la noche de la ascensión del Profeta.
Dios se dirigió directamente a su creyente, sin intermediario por su importancia y la gran consideración que él tiene para Dios, honorable y majestuoso sea. Es por eso por lo que Dios censura duramente a quienes se abstienen de ella y les hace descender a la categoría de los incrédulos y errantes. Quién se aleja de la oración , de hecho se ha apartado del Islam provocando la cólera de su Señor y contraviniendo sus obligaciones religiosas, conduciéndose él mismo a la fuente de la perdición e invalidando de esta manera, sus obras al estar contrapuesto a las explícitas aleyas de Dios sobre la oración.
La forma más importante de oración en el Islam es el salat. El salat ha sido prescrito cinco veces al día, con un tiempo determinado para cada una. La observancia del salat con sus rituales prescritos es el mandamiento que más se repite en el Santo Corán. Las cinco oraciones del salat son:
- El fajr (El alba): Esta oración debe realizarse por el alba, cuando se empieza a aparecer la primera luz del día, aproximadamente una hora antes de la salida del sol.
- Dohr: Esta oración se realiza aproximadamente al mediodía. Su calculo es cuando la sombra del hombre iguala a su altura.
- El asr: Esta salat se realizar a última hora de la tarde. Su calculo es cuando la sombra del hombre iguala dos veces su altura.
- El Maghrib (puesta de sol): Esta oración se ofrece inmediatamente después de la puesta del sol.
- El Isha: Es la última oración del día, y se realizar por la noche.
"Hay cinco Salawat que Al-lâh ha prescrito para los hombres. Quien los cumpla con la atención que requieren sin faltar a ninguno de sus pilares obtiene la promesa de Al-lâh de hacerle entrar en el Jardín. Quien no los cumpla no tiene ninguna promesa de Al-lâh: si quiere lo atormentará y si quiere lo hará entrar en el Jardín".
- El Profeta Muhammad ﷺ -